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martes, 18 de febrero de 2025

Falaropo picogrueso en el embalse de Santillana.

El pasado 2 de febrero se descubrió un falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius) en el embalse de Santillana, en Manzanares el Real (Madrid)

Falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius). Foto: Samuel de la Torre

Se trata de una especie de limícola nadadora que cría en zonas cercanas al Ártico. Sus zonas de invernada suelen estar en mar abierto, pero diferentes temporales, arrastran a algunos individuos al interior peninsular.

Falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius). Foto: Samuel de la Torre

A principios de los años 2000 era una auténtica rareza en la Comunidad de Madrid. En los últimos años, quizás por el mayor número de observadores de aves en el campo, se han regularizado las citas de esta especie, descubriéndose casi todos los años algún individuo en los diferentes embalses.

Falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius). Foto: Eduardo Ramírez.

La noticia ha hecho que gran número de soci@s de Anapri, hayamos podido disfrutar de la cercana observación de esta increíble especie.


 

jueves, 18 de junio de 2020

Sternidos en el embalse de Santillana.

Parece que este mes de Junio está siendo excepcional en cuanto a la presencia de sternidos en el embalse de Santillana. Los sternidos son todas aquellas aves que pertenecen al taxón de charranes y fumareles. Aunque los motivos por los cuales se está dando este inusual avistamiento de estas aves, son desconocidos, no sería descartable que correspondiera a un mayor número de observadores con las actuales situaciones laborales de algunos sectores.

Fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida)

El día 12, como comentamos en una anterior entrada del blog, descubrimos dos fumarel cariblanco pescando en la orilla del embalse, y posteriormente, vimos un grupo de 11 charranes comunes volando bajo cerca de la orilla.
Aunque la presencia de estas especies suelen ser efímeras, no alargándose su estancia más de uno o dos días, el día 13 se volvieron a ver, al menos, 7 charranes comunes.
El día 15, nos sorprende la noticia del avistamiento mañanero de un charrancito común avistado por Miguel Ángel Serrano.
Al atardecer, en una búsqueda a ver si lo relocalizamos, no hay suerte, pero comprobamos la presencia de 4 fumarel cariblanco.

Fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida)

El día 16, nuestro compi Bruno García, descubre a un fumarel común, junto a un fumarel cariblanco.

Fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida)

Y el 18 de junio se siguen avistando un par de fumarel cariblanco y 2 charranes comunes.
Aunque a ojos expertos se aprecian las diferencias, vamos a aclarar en qué fijarnos para poder distinguirlos bien.
En vuelo, llama la atención el plumaje blanco níveo en la parte inferior del charrán común, en contraposición del color grisáceo del fumarel, destacando en éste el color blanco de su cara, de ahí su nombre.

Charrán común (Sterna hirundo)
Fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida)

Fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida)
Fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida)
Si tenemos la oportunidad de observarlos bien en vuelo, el charrán muestra una cola muy ahorquillada, del tipo golondrina, de ahí la relación de sus nombres científicos, sterna hirundo el charrán e hirundo rústica la golondrina común. La cola del fumarel es mucho más corta y menos ahorquillada.

Charrán común (Sterna hirundo)
 Por último, si los vemos juntos como en la siguiente foto, se aprecia, además de las diferencias del plumaje en la panza, oscuro en el fumarel y blanco en el charrán, este último es ligeramente más grande.
 
Fumarel cariblanco izquierda, charrán común, derecha.

Nos seguirá deparando estos días alguna sorpresita más?

viernes, 12 de junio de 2020

Embalse de Santillana.

Esta mañana nos hemos dado una vuelta por el embalse de Santillana. Para cumplir con las actuales normas de la fase en la que nos encontramos, y para no solaparnos con los posibles paseantes mayores de 70 años, nos hemos pegado el madrugón para estar por allí a las 6:15h. Conscientes de que las primeras horas del día son las de mayor actividad de las aves, no nos ha costado mucho hacerlo. Desde la zona del aparcamiento, comenzamos a escuchar las primeras aves que con sus cantos dan la bienvenida a otro nuevo día. Ruiseñores, trigueros, abubillas y alguna oropéndola nos regalan sus estrofas mientras nos encaminamos hacia la orilla. Los primeros milanos negros nos sobrevuelan y un nutrido grupo de cigüeñas se alimentan con sus patas hundidas en el agua. Escucho el reclamo conocido del chorlitejo chico y con un rápido vistazo con los prismáticos, le descubro, aparentemente impasible sobre una roca.

Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

En esta época del año, el chorlitejo chico es el más común de las limícolas en el embalse, llegando a criar algunos años.
Comienzan a llegar también grupos de garcilla bueyera, que haciendo gala de su característico gregarismo, se van juntando en la orilla, hasta contabilizar una cifra nada despreciable que alcanza los 108 individuos.
En las zonas más someras y relativamente cerca de las orillas, se ven varios nidos de somormujos, que aprovechan la vegetación emergente para construir sus nidos donde albergar la puesta.

Somormujo lavanco /(Podiceps cristatus). Foto: Samuel de la Torre

Eran las 7 de la mañana, cuando en la orilla opuesta, descubro un par de fumarel cariblanco. No es muy común por el embalse, aunque todos los años se ven algunos. Muy entretenido seguirles en sus idas y venidas con sus puntuales picados y pasadas por la superficie para alimentarse. Después de un rato de disfrute, continúo.
La mañanita estaba con algo de viento, quizás por eso, y por la baja temperatura, descubro algunas mariposas posadas y muy quietas, al contrario que en otras ocasiones que llegan a desesperar hasta que se posan para poderlas retratar.

Mariposa de la alfalfa o Amarilla (Colias crocea)

Mariposa Sofía (Issoria lathonia)

La variedad de patos en primavera no es muy grande, pero se suple con la alegría de ver a muchos de ellos con sus patitos. Los ánades reales son los más comunes, seguidos de los ánades frisos, y los tarros canelos. El Tarro blanco es una especie de reciente incorporación a las primaveras del embalse, y este año se ha constatado su reproducción por primera vez al verse una pareja con pollitos, en el embalse de Guadalix de la Sierra. Creemos que no tardarán en hacerlo en el de Santillana..
Ha sido una buena primavera de lluvias, lo que ha favorecido enormemente la reproducción de los anfibios. El sapo corredor es quizás el más común, y en estos momentos, hay que tener mucho cuidado de donde se pisa, porque en algunos lugares la cantidad de sapillos recién metamorfoseados es enorme.

Sapo corredor (Epidalea calamita)- Foto: Samuel de la Torre.

Lo bueno de este embalse es que tiene una zona de encinar y fresneda importante, donde hay la posibilidad de encontrar aves forestales como herrerillos, carboneros, agateadores, pinzones, pito real y en ocasiones, el pico picapinos.

Pico picapinos (Dendrocopos major). Foto: Samuel de la Torre.

Además el matorral de zarzas es un buen lugar para disfrutar de zarceros, curruca carrasqueña y curruca mirlona. Todos ellos nos han acompañado esta mañana.
Vuelan grajillas y algún milano real, y de una encina sale un aguililla calzada que genera alarma en un par de cigüeñuelas y en una hembra de ánade real que que nada rauda con sus patitos para esconderlos entre la vegetación de la orilla. Dos críalos salen de un fresno y a lo lejos descubro un grupito de aves blanquecinas tipo fumarel. Pero cuando pongo el telescopio, me llevo el sorpresón. Un grupo de 11 aves blancas estilizadas, con su cola larga y ahorquillada y con su capirote oscuro vuelan por la otra orilla. Sorpresa sorpresa, son charranes comunes. Bastante raras por Madrid, pero que parece que sus citas van en aumento. El año pasado ya se vieron 2 individuos en este mismo embalse en abril y el pasado día 1 de junio de este año, se han visto 3 individuos en el embalse de Valmayor, en el Escorial.
Después de este alegrón, ya casi terminando la jornada, un grupo de 11 espátulas me sobrevuelan para terminar de posarse en una de las orillas. 

Espátula (Platalea leucorodia)

Espátula (Platalea leucorodia). Foto: Samuel de la Torre.

Mereció la pena madrugar.



jueves, 2 de abril de 2020

Embalse de Santillana.

Unos días antes de que se decretara el estado de alarma, a principios de marzo, realizamos la que ha sido nuestra última salida al campito. Concrétamente nos acercamos al embalse de Santillana. Son buenas fechas para encontrarse aves en migración. Todavía quedan miles de gaviotas, pero ya se ven grupos numerosos emprendiendo vuelo en formación hacia el norte. Garzas reales, somormujos, ánades reales y frisos, son las primeras aves con las que nos encontramos. En vuelo pasan algunas grajillas y se ve la silueta de los primeros milanos reales, incluidos algunos recién llegados milanos negros. Pero la primera sorpresa fue descubrir 3 alcaravanes que levantaban vuelo para posarse unos centenares de metros más adelante. Aunque no es la primera vez que los vemos por aquí, si que han pasado unos cuantos años desde la última vez.

Alcaraván (Burhinus oedicnemus)

El sonoro reclamo de unos tarros canelos, nos hace descubrirlos sin dificultad alimentándose de hierba en las verdes praderas.

Tarro canelo (Tadorna ferruginea)

Un poco alejado, pero muchas veces asociado a sus "primos", observamos a un Ganso del Nilo. Ambas especies habituales en el embalse y mucho más comunes en otoño-invierno.

Ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca)

Hay alguna garceta común y conseguimos ver el elegante vuelo de su réplica en mayor tamaño, un individuo de garceta grande que nos vuela hacia el este. Después la vemos con el tele posada en la orilla pescando.

Garceta grande (Ardea alba)

Por las orillas no faltan los andarríos chico y grande, y ya se ven los primeros chorlitejos chico.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

Descubrimos interesantes anátidas. Un macho de cerceta carretona, 2 parejas de ánade rabudo y 1 pareja de Tarro blanco, se mezclan con los más comunes cucharas, frisos y algunas cercetas comunes.
Empiezan a escasear las bisbitas comunes, y sorprendemos a su pariente bisbita alpino que se deja ver en el embalse en menores números.

Bisbita alpino (Anthus spinoletta)

Se escuchan los cantos de carbonero común, herrerillo común, pinzón vulgar y agateador, y en lo alto de un fresno, atraídos por su reclamo, vemos a un escribano soteño.

Escribano soteño (Emberiza cirlus)

Terminando nuestro recorrido, vemos 3 ánsares comunes "pastando" en la orilla. La mayoría de sus congéneres, habrán viajado hacia el norte de Europa en el pasado mes de febrero.

Ánsar común (Anser anser)


Para terminar, descubrimos el cadáver de una alondra común, invernante habitual en la zona en pequeños grupos.

Alondra común (Alauda arvensis)



martes, 22 de enero de 2019

Últimos avistamientos interesantes del embalse de Santillana.

Entre diciembre y enero, hemos vuelto a hacer algunas visitas al cercano embalse de Santillana. Entre los avistamientos más interesantes se encuentran la presencia de un par de espátulas. Las citas de esta especie en la Comunidad de Madrid, suelen darse en los pasos migratorios. Los meses de febrero, marzo y abril en la migración prenupcial y los meses de agosto, septiembre y octubre en la postnupcial, suelen ser los que aglutinan el mayor número de citas. En mayo, junio y julio también hay registros, y más raramente en noviembre y enero.

Espátula (Platalea leucorodia)
A falta de poder comprobar los datos de la especie en el último anuario ornitológico de la comunidad de Madrid, correspondiente a los años 2015, 2016 y 2017, que está a puntito de salir, es la primera vez que se registra la presencia de espátula en el mes de diciembre. Se empezó a ver 1 ind. el 21 de noviembre, que seguía el 28 del mismo mes. Luego, el 20 de diciembre se localizaron 2 individuos juntos, que se siguieron viendo los días 24 y 26. El día 31 de diciembre se vió un individuo, y con el nuevo año ya no se ha detectado su presencia.

Espátula (Platalea leucorodia)
La mañana del 24 de diciembre, pudimos descubrir por segundo año, la presencia invernal de un chorlitejo grande y que no volvimos a ver en fechas posteriores. También vimos especies invernantes como un esmerejón, un par de silbones, avefrías, una garceta grande y algún zampullín cuellinegro. Nadando cerca de la orilla descubrimos un par de ánsares comunes, que se han seguido viendo en enero, lo que hace presagiar que se queden con nosotros durante la invernada.

Ánsar común (Anser anser)
Entre las especies habituales de patos invernantes, nos encontramos con varios grupos de la pequeña y elegante cerceta común.

Cerceta común (Anas crecca)
Mucho más abundantes son los cucharas y los somormujos comunes que se cuentan por centenares, y un poco menos numerosos, pero también comunes, pudimos disfrutar de grupitos de ánade friso.

Ánade friso (Anas strepera)
Entre los pajarillos, nos encontramos banditos de verdecillos, jilgueros, verderones y pardillos. En las praderas hay algunas alondras, numerosos bisbitas pratenses y lavanderas blancas y en las orillas, además de andarríos chicos y grandes, encontramos algún bisbita alpino, que en invierno bajan de localizaciones más montanas para pasarlo en unos enclaves un poco más acogedores.

Bisbita alpino (Anthus spinoletta)

viernes, 7 de diciembre de 2018

Noviembre en el embalse de Santillana

En la última semana de noviembre hicimos una incursión al cercano embalse de Santillana.Nada más llegar, además de los miles de gaviotas que se comenzaban a desperezar, y más de un centenar de cigüeñas blancas que descansaban en la orilla, descubrimos con las primeras luces, a varias garzas reales al acecho de algún pescado que llevarse a la boca.

Garza real (Ardea cinerea)
En las cercanías, pero fuera del agua, una elegante garceta grande descansaba en la hierba, y un poco más lejos, un grupo de 16 avefrías hacía lo propio.

Garceta grande (Casmerodius albus)
Abundan las lavanderas blancas y los bisbitas pratenses invernantes. Entre ellos, fijándonos bien, conseguimos descubrir un grupito de 6 bisbitas alpinos, mucho menos gregarios que sus parientes a la hora de migrar.

Bisbita alpino (Anthus spinoletta)
Ya ha aumentado ostensiblemente el número de patos cuchara, y se empiezan a ver las primeras cercetas. Entre ellos, un par de silbones europeos pasan casi desapercibidos con su plumaje de invierno.
Por el suelo se ven alimentándose algunos verdecillos, pinzones, pardillos y algún gorrión chillón, y nos sorprende la presencia de un par de abubillas. Una de ellas posa para nosotros en un poste de una valla.

Abubilla (Upupa epops)
Hay gran número de somormujos y sus parientes diminutos los zampullines comunes. También conseguimos localizar a un par de zampullines cuellinegros, menos comunes que los anteriores, pero presentes en el embalse con cierta frecuencia, pero siempre en número muy reducido en época invernal. Los que no faltan y siempre de manera abundante son los cormoranes grande, que después de la pesca, necesitan solearse y secar el plumaje encima de alguna piedra.

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo)
Como siempre, no faltaron representando a las rapaces, algún ratonero y varios milanos reales, y el pequeño esmerejón hizo acto de presencia pasando en vuelo bajo a toda velocidad. Pocos segundos de disfrute, pero muy emocionantes.

Espátula (Platalea leucorodia), garceta grande y garza real.
Cuando ya nos disponiamos a abandonar el lugar, en las charcas del comienzo, descubrimos pescando a la garceta grande y a una garza real, con la inesperada compañía de una joven espátula. Buen final para una buena jornada.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Septiembre en santillana

A sabiendas de la actividad migratoria que tienen las aves en el mes de septiembre, hemos realizado un par de salidas por el embalse de Santillana, con el fin de disfrutar de este periodo anual que nos acerca a aves poco comunes el resto del año.
Una de estas especies es la garza imperial. Más ligada a zonas de carrizal, vegetación ausente en este embalse, la garza imperial realiza paradas estratégicas en zonas húmedas, quizás de menos calidad, para coger fuerzas y llegar a mejores lugares más al sur.
Este año, desde mediados de agosto, se han estado viendo 2-3 individuos, que siguen todavía por el embalse.

Garza imperial (Ardea purpurea)

Otra de las especies esperadas es el águila pescadora. Fiel a sus costumbres, volvimos a encontrar una de ellas posada en unos tocones de árboles secos. Es habitual en ambos pasos migratorios, el otoñal y el primaveral y siempre, por supuesto, una enorme satisfacción poderla disfrutar en la zona durante algunos dias.

Águila pescadora (Pandion haliaetus)

Entre las limícolas, otro habitual es el chorlitejo grande. Siempre con cifras escasas, en esta ocasión sólo pudimos descubrir un individuo acompañado de sus parientes chorlitejos chicos, más comunes en este paraje.

Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)

Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

Aunque habitual en la zona durante prácticamente todo el año, ahora en septiembre, el andarríos chico se cuenta  a decenas por las orillas.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

Y no menos habitual, pero utilizando la zona del embalse como lugar de invernada, van estableciéndose los milanos reales, preciosa rapaz de la que afortunadamente disfrutamos en el entorno con un buen número de individuos.

Milano real (Milvus milvus)

sábado, 21 de abril de 2018

Águila pescadora en Santillana

Como todos los abriles, no ha faltado a su cita en el paso migratorio prenupcial, el águila pescadora en el embalse de Santillana. Ha debido de estar un par de dias, nosotros la vimos el pasado domingo 15 de abril.

Águila pescadora (Pandion haliaetus). Foto: Ángel Martínez Hernando
La descubrimos posada en uno de los tocones secos de la antigua carretera, con pescadores relativamente cerca y aparentemente tranquila. Eso nos permitió acercarnos y conseguir buena instantanea.
Continuamos con nuestra vuelta. Hay pocas aves, a destacar 1 archibebe común, un par de chorlitejo chico y una pareja de tarro blanco. Un zorro descansa tumbado ajeno a nuestra presencia y en el encinar resuena el reclamo del águila imperial. Sin apenas tiempo de reacción, sale un segundo año volando y seguidamente dos adultos que se alejan. El avistamiento de estos tres individuos de una de las aves más majestuosas de nuestra fauna, nos deja alucinados.


Águila imperial ibérica (Aquila adalberti) segundo año. Foto: Ángel Martínez Hernando
En la otra orilla, conseguimos contar 26 individuos de avoceta. Otra de las citas importantes por su escasez en este embalse, siempre en paso migratorio.


Avocetas (Recurvirostra avosetta)
Bastante contentos comenzamos el regreso. Relocalizamos a la pescadora sobre una roca. Trás emprender vuelo circular, cambia repentinamente de sentido de giro y se tira en picado muy cerquita de la orilla donde se encuentran las carpas desobando. Después de unos segundos prácticamente sumergida, emerge y emprende vuelo.

Águila pescadora (Pandion haliaetus). Foto: Ángel Martínez Hernando
Estamos alucinando con la suerte que estamos teniendo. La pescadora se aleja con su presa en las garras. Al analizar las fotografias descubrimos que ha sido capaz de capturar a dos carpas en un solo lance, una en cada garra. Simplemente espectacular.


Águila pescadora (Pandion haliaetus). Foto: Ángel Martínez Hernando


Águila pescadora (Pandion haliaetus). Foto: Ángel Martínez Hernando