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martes, 27 de abril de 2021

Alimoche en Colmenar Viejo

La semana pasada, en una de tantas salidas al campo, en esta ocasión con motivo de un trabajo previo en el que vamos a participar, y que ahora no viene al caso, nos encontramos con una de esas imágenes atractivas que suceden a nuestro alrededor y que en contadas ocasiones podemos disfrutar en directo.
En una pradera colmenareña, encontramos a un grupo de buitres dando buena cuenta de un cadáver de oveja, ejerciendo su fundamental papel sanitario, al eliminar gratuitamente de nuestros campos, los animales muertos, que podrían causar alguna infección al resto de ganado.

Una escena habitual compuesta por un grupo de buitres leonados y algún buitre negro. Pero al observar con detenimiento, conseguimos ver que entre ellos, había un representante, de la  más pequeña de nuestras aves necrófagas.

Se trataba de un individuo inmaduro de Alimoche común (Neophron percnopterus)

Como muchas de nuestras especies ibéricas, el alimoche se encuentra en franco retroceso. En la Comunidad de Madrid, después de llevar muchos años extinta como reproductora, en los últimos años se ha establecido de nuevo una única pareja. La ganadería extensiva tradicional, es un buen aliado para esta especie.

Más acostumbrados a verlos en vuelo en sus pasos migratorios, siempre de manera muy escasa, disfrutamos enormemente de la presencia de este "simpático" buitre, en una tarde gris del presente mes de abril.


 

lunes, 28 de septiembre de 2020

Viaje al estrecho de Gibraltar 4

En nuestro último día por el Estrecho visitamos de nuevo el observatorio de Cazalla. Por allí observamos algún aguililla calzada.

Aguililla calzada (Hieraaetus pennatus). Foto: Jose A. Matesanz

El viento había cambiado a Poniente, lo que hace más favorable para las aves planeadoras poder cruzar hacia África.



Seguían pasando los abundantes milanos negros, varios centenares en el par de horas que estuvimos.

Milano negro (Milvus migrans). Foto: Javier Luján

También pasaron centenares de halcones abejeros, o abejeros europeos como se llaman ahora, en muchas ocasiones, mezclados con los milanos negros.

Abejero europeo (Pernis apivorus). Foto: Javier Luján.

En menor número, el más pequeño de los carroñeros europeos, pasaba a velocidad de crucero, con ligero planeo, pero con decidida determinación. Todo un placer poder observar algunos individuos de alimoche.

Alimoche (Neophron percnopterus). Foto: Jose A. Matesanz

No había un minuto en el que no hubiera algún ave en el cielo. Las culebreras también formaban parte de los integrantes del espectáculo de la migración. En un constante goteo, de uno en uno, o en pequeños grupitos de 3-4 individuos, vimos pasar varias decenas de esta espectacular rapaz.

Culebrera europea (Circaetus gallicus). Foto: Fabián Luján

Después de esta mañana de disfrute, pasamos a otro de los momentos esperados de la excursión, la oportuna y exquisita paella en uno de los restaurantes de Tarifa. Tras una relajada sobremesa, nos desplazamos al observatorio del Estrecho.

Observatorio del Estrecho. Foto: Eduardo Ramirez.

Frente al observatorio, y ya en continente africano, el Monte Musa, imponente promontorio de 839m, se asoma al mar.

Monte Musa. Foto: Fabián Luján

En este observatorio, al menos en el momento de la tarde en el que estuvimos, el espectáculo corría a cargo de los varios miles de abejarucos que pasaron en grupos de variados tamaños.

Abejaruco (Merops apiaster). Foto: Pedro Juan Sanz

 Golondrinas, vencejos comunes y un vencejo real a última hora, ponían un broche excepcional a nuestro extraordinario viaje al estrecho de Gibraltar.

Muy recomendable. Volveremos!!!!!!!!

domingo, 20 de septiembre de 2020

Viaje al estrecho de Gibraltar 2

El segundo día de nuestro viaje al estrecho, lo comenzamos visitando las marismas del Río Palmones, al norte de Algeciras. No se veía muchísimo movimiento pajaril, pero nada más llegar, disfrutamos de la presencia de un martín pescador posado en un cartel de las marismas. En vuelo vimos algún grupito de avocetas, algún archibebe claro y un zarapito trinador. Los carteles también los utilizaban para posarse las garcetas comunes.

Foto: Fabián Luján.

Al borde de las marismas, había un observatorio gestionado por el Colectivo ornitológico cigüeña negra COCN, y que por su situación elevada, nos habría permitido observar más cosas, pero desgraciadamente estaba cerrado. 

Foto: Ana García

Aún así, continuamos por el paseo marítimo, y en una zona de la marisma con arena, descubrimos varios chorlitejos grandes, y en la zona ajardinada, nos entretuvimos con un papamoscas gris. Ajustándonos al plan, aprovechamos para desayunar en una terracita.
Después nos dirigimos al Monte de Algamasilla. Desde la zona recreativa del Bujeo, parte una preciosa pista forestal, que nos lleva monte arriba entre alcornoques. Nos llamaron la atención infinidad de "capullos" de mariposas en las cortezas. Por lo que pudimos investigar, parece que el lugar es zona de distribución de la famosa mariposa monarca.

Foto: Ana García

Por aquí disfrutamos de pajarillos forestales como carboneros, herrerillos, trepadores azules y algún mosquitero musical, y por supuesto, en el cielo, diferentes aves planeadoras en migración.
Nos deleitaron durante un buen rato varias aguilillas calzadas "jugando", persiguiéndose, haciendo espectaculares picados y con una especial querencia por un pino, donde varias acababan tocando sus ramas. No descubrimos el objetivo de tales maniobras.

Aguilillas calzadas. Foto: Fabián Luján.

Aguilillas calzadas. Foto: Fabián Luján.

Milanos negros y halcones abejeros seguían pasando en vuelo alto. Se nos cruzó un gavilán y más bajas volaban algunas águilas culebreras.

Águila culebrera. Foto: Fabián Luján.

Desde aquí volvimos a comer y descansar al alojamiento. Por la tarde nos acercamos al observatorio de Cazalla. 

Foto: Ana García
                               

En el interior de sus instalaciones hay una bonita exposición de fotografías de aves y paneles que nos ayudan a conocer la zona y la importancia del lugar para la migración de las aves.

Foto: Ana García.
                                 

Foto: Ana García.

En el exterior, un fuerte viento, hace que los milanos negros desistan de cruzar el estrecho y vuelan bajos ladera arriba, alejándose de la costa.

Milano negro. Foto: Fabián Luján.

En los postes y cables cercanos al observatorio, vemos algún cernícalo posado.

Cernícalo vulgar. Foto: Eduardo Ramírez

Y protegiéndonos del sol bajo techo, descubrimos a los primeros alimoches.

Foto: Ana García

Alimoche. Foto: Pedro Juán Sanz

El fuerte viento y las ganas de conocer más sitios, hizo que cambiásemos de ubicación. Nos dirigimos a Getares, y desde allí al faro de Punta Carnero. Las vistas desde aquí de la Bahía de Algeciras son espectaculares. En las pequeñas afloraciones rocosas del mar, vemos descansar gaviotas de Audouin, vuelvepiedras y alguna garceta común. Como no todo es trabajar, también nos dio tiempo a disfrutar de unas cervecitas.

Foto: Ana García
                                                       
Pero no podíamos dejar de disfrutar del paisaje y seguir buscando cosillas. Enormes buques navegaban de un lado a otro, y entre ellos el ágil vuelo de las pardelas cenicientas. Para rematar, descubrimos un grupo de delfines, que nos brindaron muy buenos momentos, incluidos espectaculares saltos.

Foto: Ana García.

Y así nos pilló el anochecer de un intenso día, con Gibraltar difuminándose en la oscuridad.

Foto: Pedro Juán Sanz