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jueves, 26 de diciembre de 2019

Seguimiento de la migración de la cigüeña negra.

Como en años anteriores, en este 2019 también realizamos el seguimiento de la migración de la cigüeña negra en el monte del Pardo. Ha sido un año extraño. Quizás por la sequía, o quien sabe por qué otros factores, los avistamientos de cigüeñas negras en la mayoría de nuestras visitas desde finales de junio a finales de octubre, han sido inferioriores en el número de individuos detectados.

Cigüeña negra (Ciconia nigra)

Como siempre, nuestras visitas veraniegas se hacían en las últimas horas de la tarde. En el camino, no faltaban los cernícalos vulgares posados en las torretas, y en alguna ocasión tuvimos la suerte de observar a una hembra sobre una roca.

Hembra de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)

Más mimetizado, el mochuelo descansaba en el murete de su territorio, intentando pasar inadvertido con su plumaje críptico, simulando los claroscuros de las rocas.

Mochuelo (Athene noctua)

En nuestras idas y venidas, disfrutamos de la presencia efímera de aves migratorias como tarabillas norteñas y collalbas grises.

Collalba gris (Oenanthe oenanthe)

Común durante todo el año, las sedentarias tarabillas comunes, nos observaban en nuestro paso desde sus perchas preferidas.

Macho de tarabilla común (Saxicola torquata)

En los zarzales no faltaban grupos de gorrión común, gorrión moruno y trigueros.

Triguero (Miliaria calandra)

En bastantes ocasiones pudimos ver al águila culebrera tanto en vuelo como posadas en diferentes torretas. Algunos de los días llegamos a contabilizar hasta 3 individuos diferentes.

Águila culebrera (Circaetus gallicus)

Águila culebrera (Circaetus gallicus)

Ha resultado un verano tormentoso. A la escasez generalizada de cigüeñas negras la mayoría de los días, se ha sumado un par de ellos en los que hemos detectado un buen número. El 17 de septiembre, un grupo de 18 individuos desciende y se une a 6 individuos detectados con anterioridad, sumando un total de 24 cigüeñas negras. Se levanta fuerte viento de tormenta y comienza a llover. 45 minutos más tarde no vemos ninguna, lo que nos hace sospechar que han abandonado el Pardo hacia el Sur.

Concentración de cigüeñas negras

El 20 de septiembre, no detectamos la presencia de ningún individuo. A las 19:35h vemos como comienzan a descolgarse del cielo un total de 53 cigüeñas negras, en lo que parece ser el mayor registro en la Comunidad de Madrid. Se posan, beben, descansan, algunas remontan el río alimentándose y a las 20:20h emprenden al unísono vuelo hacia el sur. Como en la anterior ocasión, el día está gris y caen chubascos.

Águila imperial (Aquila adalberti)

Pero nuestras jornadas de seguimiento de la cigüeña negra, dan para mucho. Además de buitres leonados y negros, es habitual observar al águila imperial posada en las grandes torretas. Mucho menos común es descubrirla posada en un enebro o en vuelo más o menos cercano. Ambas situaciones se nos presentaron este año.

Águila imperial (Aquila adalberti)

Fuimos testigos del paso migratorio de los últimos vencejos,abejarucos y alcaudones comunes.

Joven de alcaudón común (Lanius senator)

En las ruinas de la caseta nos visitaron el roquero solitario y el gorrión chillón.

Gorrión chillón (Petronia petronia)

Y en la oscuridad de la noche, a nuestro regreso, hubo algunas jornadas en las que sorprendimos al chotacabras pardo.

Chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis)

Qué más podemos pedir?

martes, 10 de diciembre de 2019

Excursión a laguna de El Oso (Ávila)

El pasado sábado 7 de diciembre, un nutrido grupo de compañeros de Anapri, nos acercamos hasta la laguna de El Oso, en la provincia de Ávila. Nada más llegar, nos acercamos a uno de sus observatorios. En la laguna descubrimos buenos números de ánade real y cerceta común, acompañados, en números más discretos, por patos cuchara, silbón europeo y algunos ánades frisos. En la cercanía al observatorio descansan una veintena de cigüeñas blancas y un individuo, de su réplica en miniatura, una cigüeñuela se alimenta en un remanso poco profundo de la laguna.

Vista general de la laguna de El Oso. Foto: Ángel Martínez.

En las orillas se alimentan algunas agachadizas, mientras en los campos cercanos vuela bajo un macho de aguilucho pálido.
Haciendo un barrido con el telescopio, descubrimos entre los gansos que se alimentan en las praderas cercanas, al individuo de Ánsar indio que se lleva viendo varias semanas.

Ánsares comunes en vuelo. Foto: Enrique Pérez

De repente, se produce una espantada generalizada, causada por alguien que se desplaza por los caminos cercanos, lo que nos brinda un grandioso espectáculo visual y sonoro, con varios centenares de ánsares bociferando, mezclados con algunas grullas.

Ánsares y grullas. Foto: Eduardo Ramírez.

Después del susto inicial, todo vuelve a la calma y se vuelven a posar.
Desde el otro observatorio, vemos algún aguilucho lagunero, unas fochas, y buscando por las orillas, descubrimos un sisón, y no muy lejos de él, un combatiente. Poco después decidimos caminar un poco por los caminos existentes.

Grupo Anapri. Foto: Enrique Pérez

El gran número de cajas nido colocadas alrededor de la laguna, parece haber hecho aumentar la población de cernícalos vulgares, que se les puede ver cernidos y posados, casi hacia cualquier lado al que miráramos. Las grajillas también aprovechan esas cajas.

Secuencia de vuelo de cernícalo vulgar. Foto: Enrique Pérez.

Hacemos varias paradas para observar por los campos abiertos para ver si conseguimos esteparias como avutardas y más sisones, o algún esmerejón posado en alguna roca, pero no hay suerte. Sí vemos cogujadas, alondras, bisbitas y lavanderas blancas.

Revisando los sembrados. Foto: Eduardo Ramírez.

Un poco alejados de la laguna, nos sorprende la presencia de un par de escribanos palustres posados sobre unas plantas de estramonio.

Escribanos palustres. Foto: Eduardo Ramírez.

Después de este paseíto, volvemos a hacer una parada junto al observatorio, con la suerte de que vemos llegar a 3 agujas colinegras. Con este avistamiento nos da la hora de comer.
En nuestras salidas, solemos hacer diferentes gastos en las zonas que nos ofrecen estas oportunidades de ejercer turismo de naturaleza y sostenible. En este caso, los 19 miembros de la expedición comimos en el bar del pueblo, pasándolo fenomenal y revertiendo nuestro gasto en la economía local.


Con la tripa llena, dimos una vuelta por el recorrido turístico que tienen en el pueblo con diferentes esculturas y materiales etnográficos y seguidamente nos movilizamos para el recibimiento de las grullas en la laguna.

Triguero. Foto: Ángel Martínez

Mientras esperábamos a la llegada de las grullas, observamos algunos trigueros, gorriones comunes y molineros, estorninos negros y algunos escribanos palustres entre las eneas.

Escribano palustre. Foto: Bruno García.

En la espera, también descubrimos a 2 archibebe oscuro, que por lo que nos comentan los ornitólogos de la zona, es la primera cita para la laguna.
Atardece, y desde diferentes frentes, se acercan las esperadas grullas al dormidero de la laguna.

Grullas. Foto: Ángel Martínez.

Después de ver llegar a unas 800, decidimos que es el momento de emprender viaje de regreso, con grandes momentos guardados en la memoria, de este entrañable día.

viernes, 1 de mayo de 2015

Seguimiento de fauna en la dehesa de Navalvillar.

Hoy, día del trabajador, hemos realizado una nueva jornada de seguimiento de fauna en la dehesa de Navalvillar de Colmenar Viejo (Madrid).
Comenzamos tempranito con día encapotado. Nos reciben los cantos de los ruiseñores comunes, las abubillas, las primeras urracas, algún ruiseñor bastardo y en el arroyo Tejada una gallineta se esconde entre las zarzas mientras escucho y logro ver un pájaro moscón, especie muy poco común en este paraje.
Algunos conejos se meten en sus madrigueras, palomas torcaces llaman nuestra atención con el batir de sus alas y nos sobrevuelan los primeros milanos reales y negros. En el camino encontramos el cadáver de un joven gazapito y un poco más adelante observamos el aterrizaje, en una roca, de una pareja de buitres negros. No fueron los últimos que vimos en la jornada. Al menos 5 cicleaban más tarde con una veintena de buitres leonados.

Buitres negros (Aegypius monachus)

Cigüeñas blancas, algunos ánades reales y el elegante vuelo de un par de calzadas, una de fase oscura, nos siguen deleitando.
Con el canto de la perdiz de fondo, vemos a un ratonero con su "maullar" lastimero y observamos varios verdecillos y algunos trigueros.
Algún gorrión moruno construyendo nido en los fresnos y gorriones comunes y chillones en el tenado de refugio para el ganado.

Triguero (Miliaria calandra)

Varios abejarucos pasan en migración norte. Ni rastro de petirrojos, zorzales y mosquiteros y presencia de los primeros alcaudones comunes. También currucas carrasqueñas y cabecinegras. Y algunos machos de tarabilla común y algún alcaudón real perchados en las ramitas altas de rosales silvestres y chaparros.
Después de localizar una pareja de críalos, intentamos ver a un cuco que nos atrae con su monótono y singular canto. Tras localizarle en vuelo perseguido por una urraca, lo relocalizamos primero en un fresno, luego en una roca y finalmente, más al descubierto, en otro fresno, donde disfrutamos de sus cantos y de las maniobras de limpieza de su plumaje.

Cuco (Cuculus canorus)

Localizamos un grupo de 15 cuervos en vuelo hacia el vertedero, varias grajillas, una chova piquirroja y en lo alto de una encinita, un cuervo nos obsequia con un perfil en el que se aprecia la robusted y "peligrosidad" de su potente pico.

Cuervo (Corvus corax)

Al menos una oropéndola se deja oir, mientras al refugio de la vegetación y al acecho descubrimos varias currucas mosquiteras y mirlonas en paso. Todo ello acompañado del bonito e insistente canto de la totovía.

Totovía (Lullula arborea)

Dos picogordos en vuelo y las primeras y escasas tórtolas comunes, en alarmante declive, masacradas y desgraciadamente, todavía incluidas en el catálogo de aves cinegéticas nos alegran con su presencia.  Entre la densa vegetación, el chirriante canto, de los recién llegados zarceros comunes, nos acompañan y en el cielo, centenares de vencejos dan buena cuenta del ingente número de insectos que ya abundan.

Zarcero común (Hippolais polyglotta)

Conejos, liebres y un corzo entre los mamíferos y alguna charca repleta de renacuajos de sapo corredor engrosan la lista de animales vistos.
Y como final, el canto de una codorniz nos alegra, ya que cada día, al igual que la tórtola común, es más escasa por la fuerte presión cinegética.

miércoles, 9 de enero de 2013

Aves en laguna de El Oso.

Otras fotos de las aves observadas en la laguna de El Oso.

Zarapito real

Cernícalo vulgar

Chochín

Triguero

lunes, 29 de octubre de 2012

Excursión por cañada del Grajal y del Zahurdón

El pasado sábado 27 de octubre realizamos una salida por las cañadas de el Grajal y el Zahurdón, en Colmenar Viejo (Madrid). Estas cañadas están en el interior del parque regional de la cuenca alta del Manzanares.


El recorrido que realizamos transcurre entre encinares-enebrales y algunas zonas más húmedas con fresnedas.
En los campos ocupados por ganado vacuno, abundaban los pinzones vulgares, que se afanaban en buscar alimento por el suelo.



En las cercanías, resonaba el reclamo de los abundantes petirrojos, que en estas fechas, ocupan los campos colmenareños, siendo muy frecuentes las observaciones de individuos perchados en las ramas de las encinas, cantando o persiguiéndose entre ellos.
También alegraron la mañana los cantos de las totovías y los de algunos trigueros, unos en vuelo y los otros desde lo alto de alguna encina.


Mientras, el onomatopéyico charrr-charrr, ponía al descubierto a un buen número de zorzales charlos, que de vez en cuando, posaban también en las ramas altas de los árboles.


Nos llamó mucho la atención, el elevado número de colirrojos tizones que pudimos observar. Unos 20 individuos, que desde rocas y cardos, se lanzaban al suelo en busca de algún insecto que llevarse al estómago.



Esta zona es una de las pocas del territorio colmenareño donde se pueden observar arrendajos. Vimos algunos, pero su estremada desconfianza, no nos permitió sacarles ninguna foto.
Mucho más abundantes, los rabilargos se dejaron ver cruzando los caminos en varias ocasiones, mientras algún gorrión chillón se alimentaba en el suelo y siempre acompañados por los reclamos de las cornejas presentes en la zona.
Especial alegría nos dió la observación de varios picogordos en las ramas altas de unos fresnos.
De muchas de las especies de aves, nos tuvimos que conformar con escuchar sus reclamos. Así ocurrió con las currucas cabecinegras y un mochuelo.
Al pito real pudimos observarle escasos segundos posado en un murete de piedra, antes de emprender vuelo. Luego su relinchar se repitió en varias ocasiones durante nuestro recorrido.
También nos sorprendió gratamente la presencia de una abubilla. La mayoría de ellas se encuentran ya en África, pero siempre hay un pequeño número de invernantes que se quedan por estas tierras colmenareñas.


Durante el regreso, comenzamos a ver en el cielo buitres cicleando. La mayoría leonados y algun buitre negro entre ellos, además de un cuervo y un ratonero.
Así terminó una jornada que amenazaba lluvia y que al final nos brindó unos cálidos rayos de sol.