Mostrando entradas con la etiqueta Garceta grande. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Garceta grande. Mostrar todas las entradas

domingo, 11 de diciembre de 2022

Salida por el embalse de Guadalix de la Sierra.

El pasado sábado 3 de diciembre, un grupo de Anapri nos desplazamos al embalse de Guadalix de la Sierra, con un par de objetivos principales: Observar a la/las nutrias que se han visto en los últimos meses, y buscar los posibles pinzones reales que se ven otros inviernos.

Nos dirigimos andando hacia la ermita y nos entretenemos con un reyezuelo listado que se movía en un enebro.

Junto a la ermita, nos acoplamos en la zona recreativa mirando hacia el embalse. Enseguida se acercó un petirrojo a cotillear.

Petirrojo (Erithacus rubecula). Foto: Noé Iglesias Vera

Enfrente se movía inquieto un mosquitero común, entre las hojas escarchadas de una zarza.

Mosquitero común (Phylloscopus collybita). Foto: Ängeles Sacedón

Ya mirando hacia la lámina de agua, descubrimos un Tarro blanco mezclado con el resto de anátidas.

Foto: Juan José García

Tarro blanco (Tadorna tadorna). Foto: Ángeles Sacedón.

En las orillas se podían ver grupos de agachadizas perforando con sus picos la fina capa de limo.

Agachadiza común (Gallinago gallinago). Foto: Ángeles Sacedón.

Hasta que nuestro compañero Antonio, nos alertó de que estaba viendo a la nutria en la otra orilla. Enseguida pusimos el telescopio y ahí estaba, subida en una piedra.

Nutria (Lutra lutra). Foto: Ángeles Sacedón

Fuimos pasando todos por el ocular del telescopio pudiéndola ver a placer.

Foto: Juan José García.

Nutria (Lutra lutra). Foto: Ángeles Sacedón

Se bajaba de la piedra, buceaba y se subía otra vez, hasta que al final se subió con un pez, y allí mismo se lo fue comiendo, para disfrute de todos.



Justo en el mismo momento, desde la orilla opuesta, Adolfo Rodríguez lo pudo grabar, y amablemente nos cedió este vídeo.


Más cerca, en la misma línea, un grupo de cormoranes descansaban encima de unas rocas.

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo). Foto: Ángeles Sacedón.

Después de que la nutria terminó de comer y se perdió de vista, decidimos seguir el camino hacia el arroyo de Valdesaelices. A nuestro paso algún mirlo entre los escaramujos.

Mirlo común (Turdus merula). Foto: Ángeles Sacedón.

En lo alto de las ramas peladas de un chopo, desprovisto de sus hojas por el avance del otoño, un alcaudón real vigilaba en busca de alguna presa despistada.

Alcaudón real (Lanius meridionalis). Foto: Ángeles Sacedón.

A nuestro paso, cerca de las orillas, se alejaban buscando su distancia de seguridad, grupos de ánade friso y ánade real.

Ánade friso (Mareca strepera). Foto: Ángeles Sacedón.

Ánade real (Anas platyrhynchos). Foto: Ángeles Sacedón.

Llegamos a Peña Rubia, donde algun@s de l@s compis subieron a asomarse a las pequeñas cuevas que allí se encuentran. Momento que otr@s aprovecharon para tomar un tentenpié.
Ya en la vuelta, descubrimos un grupo de fochas "pastando" en las orillas.

Focha común (Fulica atra). Foto: Ángeles Sacedón.

Pero el subidón se produjo cuando vimos a un martín pescador posado en unas rocas junto al agua.

Martín pescador (Alcedo atthis). Foto: Ángeles Sacedón.

Martín pescador (Alcedo atthis). Foto: Ángeles Sacedón.

Y más aún, cuando le observamos en varias ocasiones cerniéndose y quedándose "parado" en el aire, para seguidamente tirarse en picado en busca de los diminutos pececillos que le sirven de sustento.

Martín pescador (Alcedo atthis). Foto: Ángeles Sacedón.

Varios de los participantes en la salida, no lo habían visto antes, o nunca lo habían visto tan bién.
Después de tan gratificante encuentro, continuamos en nuestro regreso, y pasamos cerca de una estilizada garceta grande.

Garceta grande (Ardea alba). Foto: Ángeles Sacedón

Nos acomodamos de nuevo en la zona recreativa para echar un último vistazo al embalse.

Foto: Juan José García

No conseguimos relocalizar a la nutria, y nos entretuvimos con aves más comunes como las gaviotas sombrías que descansaban en la orilla.

Gaviota sombría (Larus fuscus). Foto: Ángeles Sacedón

Por supuesto no faltó, de nuevo, el curioso petirrojo fisgoneando lo que hacíamos.

Petirrojo (Erithacus rubecula). Foto: Ángeles Sacedón

En el tramo final del recorrido que nos llevaría a los coches, nos sorprendió la cercanía de una pareja de corzos, que se alimentaban entre el matorral, sin salir corriendo despavoridos ante nuestra presencia.

Corzo macho (Capreolus capreolus). Foto: Noé Iglesias Vera

Corzo hembra (Capreolus capreolus). Foto: Noé Iglesias Vera


Corzo macho (Capreolus capreolus). Foto: Noé Iglesias Vera

Fenomenal observación, para una bonita jornada de campo en nuestro querido embalse de Guadalix de la Sierra.

lunes, 31 de octubre de 2022

Delta del Ebro. Septiembre 2022-3.

El día 9 decidimos visitar el hemidelta norte. En el camino hacia la bahía del Fangar, disfrutamos de numerosos moritos alimentándose en campos con diferente nivel de encharcamiento.

Morito (Plegadis falcinellus). Foto: Rosa María Franco.

Foto: Fabián Luján

Desde el parking de Lo Goleró nos desplazamos hacia la bassa de les Olles. En el camino banditos de jilgueros comían en las plantas del borde de la senda, mientras algunos mosquitos se cebaban con algunos miembros de la expedición. En la laguna poca variedad, mayoritariamente ánades reales, alguna focha, gaviotas, y entre el carrizal una preciosa garza imperial. Desde el observatorio elevado, la vista global de la bahía del Fangar es bastante completa.
Nuestra compañera Isabel se acercaba desde Cambrills con el objetivo principal de disfrutar de los rosados flamencos.

Flamenco común (Phoenicopterus ruber). Foto: Ricardo Rodero

Dicho y hecho, cuando llegó teníamos controlados a un buen grupito que habían llegado instantes antes.

Flamenco común (Phoenicopterus ruber). Foto: Pedro Juan Sanz

Flamenco común (Phoenicopterus ruber). Foto: Rosa María Franco

Flamenco común (Phoenicopterus ruber). Foto: Rosa María Franco

Otra de las especies que teníamos previsto ver, era a las playeras gaviotas picofinas. 

Gaviota picofina (Larus genei). Foto: Fabián Luján

Aprovechamos para dar las claves, a l@s menos expert@s, para diferenciarlas de las más familiares gaviotas reidoras.

Gaviota picofina (Larus genei). Foto: Ricardo rodero.

También hubo tiempo para entretenerse con la variedad de invertebrados voladores que nos acompañaban, con especial "abundancia" de libélulas.

Foto: Fabián Luján

Foto: Fabián Luján

Foto: Fabián Luján

Foto: Ricardo rodero.

Foto: Fabián Luján

Foto: Rosa María Franco

Y algunas mariposas que nos sacaban del monotema ornítico.

Foto: Ricardo Rodero

Foto: Fabián Luján

Pero íbamos a lo que íbamos, y enseguida volvimos a buscar aves en la bahía. En las zonas más someras y con poca profundidad, encontramos algunas limícolas.

Correlimos común (Calidris alpina). Foto: Fabián Luján

Algún correlimos común y un grupito de correlimos menudo, se movían de forma frenética buscando su alimentación bajo el limo.

Correlimos menudo (Calidris minuta). Foto: Ricardo Rodero.

Abundaban las estilizadas y níveas garcetas grandes.

Garceta grande (Ardea alba). Foto: Rosa María Franco

Garceta grande (Ardea alba). Foto: Rosa María Franco

Garceta grande (Ardea alba). Foto: Pedro Juan Sanz

Y encontramos algún chorlito gris en relajado e inmóvil descanso.

Chorlito gris (Pluvialis squatarola). Foto: Fabián Luján

Chorlito gris (Pluvialis squatarola). Foto: Ricardo Rodero.

Alejándonos de la playa, encontrábamos parcelas encharcadas donde no nos fue difícil encontrar varios archibebe común y archibebe claro. Oportunidad inigualable para remarcar las diferencias.

Archibebe claro (Tringa nebularia). Foto: Rosa María Franco.

Archibebe común (Tringa totanus). Foto: Rosa María Franco.

Pasamos largos momentos escudriñando esas parcelas, donde aparecían buen número de especies diferentes aprovechando la increíble riqueza en biomasa que les sirve de alimento.

Foto: Fabián Luján

Foto: Fabián Luján

Gaviotas reidoras, garcillas bueyeras, lavanderas blancas y boyeras, además de correlimos menudo, archibebe claro y chorlitejo patinegro.

Correlimos menudo (Calidris minuta). Foto: Fabián Luján

Archibebe claro (Tringa nebularia). Foto: Fabián Luján

Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus). Foto: Rosa María Franco

Entre ellos, el pequeño y más raro correlimos de Temminck (la distancia no nos permitió tener documento gráfico), y las estilizadas cigüeñuelas.

Cigüeñuela común (Himantopus himantopus). Foto: Rosa María Franco.

Cigüeñuela común (Himantopus himantopus). Foto: Rosa María Franco.

Buscando buscando, aparecieron también andarríos bastardo, combatientes y archibebe oscuro.

Foto: Nuria Marugán

Combatientes (Philomachus pugnax). Foto: Fabián Luján

Archibebe oscuro (Tringa erythropus). Foto: Fabián Luján

El calorcito empezaba a ser intenso, y regresamos para ir a tomar algo a una terracita de L´Ampolla, siempre con los prismáticos en ristre para que se vea que la observación de aves deja dinero.
En el camino hacia los vehículos descubrimos esta curiosa estampa, de varias especies de ardeidas posadas en los cables.

Foto: Fabián Luján

Convenientemente hidratados nos desplazamos al Port d´Illa de Mar al otro extremo del Fangar. Allí volvimos a disfrutar de la pesca de las pagazas piquirrojas.

Pagaza piquirroja (Sterna caspia). Foto: Ricardo Rodero

Y en el dique del pequeño puerto, varios vuelvepiedras se alimentaban y descansaban entre el hormigón y las montoneras de artes de pesca.

Vuelvepiedras (Arenaria interpres). Foto: Rosa María Franco.

También comprobamos la abundancia de especies exóticas como el cangrejo azul y el caracol manzana.

Cangrejo azul. Foto: Rosa María Franco

Caracol manzana. Foto: Rosa María Franco.

Después de una mañana bien aprovechada, llegaba el momento que muchos estábamos esperando. Momento de comer unas riquísimas paellas con arroz y productos de la zona.

Foto: Raquel Bocca

Foto: Raquel Bocca

Foto: Raquel Bocca

Foto: Raquel Bocca

Foto: Raquel Bocca

Foto: Raquel Bocca

Foto: Raquel Bocca

Foto: Raquel Bocca

La sobremesa se alargó lo necesario, en un ambiente relajado y de risas. Momentos siempre necesarios y agradables en todos nuestros viajes.
Trás el baño en el Ebro por parte de algunas compis, y las bromas sobre los riesgos de ser engullidas por los exóticos y descomunales siluros, nos movilizamos hacia la desembocadura del propio río.

Foto: Fabián Luján

En los paneles informativos sobre la formación y la evolución del Delta, en la base del Mirador del Zigurat, elucubramos sobre el futuro del propio Delta, con los peligros que lo amenazan. Una vez arriba, las vistas sobre la desembocadura son espectaculares, y la enorme cantidad de aves y gaviotas en la playa de la Isla de San Antonio, y en la Isla de Buda, es sobrecogedora.

Foto: Nuria Marugán

 El regreso al alojamiento, con un cansancio evidente, nos deparó uno de los espectáculos más impresionantes del viaje. Miles y miles de golondrinas, con las últimas luces de la tarde, volando paralelas a la carretera, buscando un lugar tranquilo para dormir en el carrizal.