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sábado, 4 de septiembre de 2021

Viaje a Galicia (Muxía y alrededores) 1

Hace escasos días que regresamos de nuestro viaje por Galicia. Por aquí os narraremos como se desarrolló todo. 
La idea del viaje se gestó hace meses, cuando nuestros compis Oscar y Samuel, nos propusieron visitar la zona, donde ellos llevan veraneando varios años. Además de disfrutar de los paisajes y aves presentes, el viaje contaría con el aliciente de una salida pelágica para observar aves marinas.
Las fechas serían del 26 al 30 de agosto, aunque algunos llegamos el día 25. La mañana del 26, teniendo en cuenta que el grueso del grupo llegaría a partir del mediodía, los presentes al amanecer, decidimos darnos una primera vuelta por la marisma del Anllons, en la localidad de Ponteceso. Comenzamos el recorrido por el sendero habilitado. Lo primero que vimos fueron varios individuos de Pico de coral (Estrilda astrild), pequeño pajarillo de origen africano, que procedente de escapes de jaulas, se ha adaptado y criado en diferentes espacios naturales. Su observación fue efímera, ya que tras localizarlas en vuelo, se refugiaban rápidamente entre la vegetación palustre. Por los tarays se movían numerosos mosquiteros musicales en paso migratorio, aderezado con los reclamos de los "invisibles" rascones. Martín pescador, garza real, garceta común y algunos ánades reales se podían ver en la entrada de la ría. La marea estaba alta, por lo que la observación de limícolas era bastante limitada, observando algunos andarríos chico y un único archibebe claro. Cuando nos retirábamos, la señal de alarma de unas gaviotas reidoras, nos facilitó encontrar a un joven azor, que terminó posándose en un eucalipto.

Azor joven (Accipiter gentilis)

A la vuelta paramos en A Carballa, donde existe un paseo marítimo con buenas vistas a la ría. La bajada de la marea dejaba playas arenosas donde descubrimos varias decenas de Zarapito real.

Zarapito real (Numenius arquata)

Y en la pequeña playita, junto a las embarcaciones amarradas, descansaban varios ánades reales, chorlitejos grandes y zarapitos trinadores.

Zarapito trinador (Numenius phaeopus)

Alrededor de las 14:30h regresábamos a nuestro alojamiento, Pensión Atlántico, en Merexo, donde habíamos quedado con el resto del equipo "pajarero".
Después de comer y de que l@s compañer@s dejasen sus cosas en las habitaciones, algunos miembros de la expedición descubrieron una rapaz intentando cazar golondrinas. Tras una primera identificación errónea, pensando que se trataba de un halcón peregrino, influidos por el avistamiento de días antes por parte de Samuel, finalmente se trataba de un alcotán, que Ricardo consiguió retratar.

Alcotán (Falco subbuteo). Foto: Ricardo Rodero

También desde el parking observamos cornejas, ratoneros, tarabillas, algún buitrón, algún petirrojo, además de pardillos y escribanos soteños.

Escribano soteño (Emberiza cirlus). Foto: Pedro Juan Sanz.

La tarde organizada por Samuel, nos dirigiría a la cercana cetarea de Merexo y después al cabo Touriñan.
La cetarea es un vivero o criadero de seres vivos marinos, situado en comunicación con el mar. Concrétamente en la de Merexo criaban mariscos y rodaballos. Esta comunicación directa con el mar, aseguraba una gran canrtidad de nutrientes que eran aprovechados por mújoles y otros peces y concentraban diferentes aves en las rocas cercanas.
Algunos cormoranes moñudos buceaban en las inmediaciones para pescar.

Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis). Foto: Pedro Juan Sanz

Por supuesto no desperdiciamos la ocasión para sacar nuestros telescopios y cámaras y observar y fotografiar a todo ser viviente.

Foto: Eduardo Ramírez

Muchas gaviotas patiamarillas, junto a alguna sombría y reidora, nos entretenían y nos servían para que los menos duchos en gaviotas se fijaran en los detalles necesarios para aprender a diferenciarlas. Entre estas, descubrimos algunas cabecinegras, menos comunes en tierra adentro.

Gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus). Foto: Samuel de la Torre

No faltaban los omnipresentes andarríos chico y en las inmediaciones de los muretes del pequeño espigón, se movían algunos vuelvepiedras.

Vuelvepiedras (Arenaria interpres). Foto: Pedro Juan Sanz

Después de estos buenos momentos nos desplazamos hacia el Cabo Touriñan. Este cabo es el punto más occidental de la provincia de la Coruña, de Galicia y de la España Peninsular. El lugar, además de proporcionarnos unas vistas y un paisaje espectacular, nos facilitaría la observación de aves marinas en migración. Convenientemente acoplados en el terreno, no tardaron en verse las primeras aves.

Foto: Eduardo Ramírez

Entre los más abundantes, los alcatraces, de los que pudimos disfrutar en diferentes plumajes, acorde a sus edades, y de los espectaculares picados con los que intentan capturar peces de los que se alimentan.

Alcatraz (Morus bassanus). Foto: Fabián Luján

Alcatraz (Morus bassanus). Foto: Fabián Luján

Alcatraz (Morus bassanus). Foto: Fabián Luján

Alcatraz (Morus bassanus). Foto: Javier Luján

Las observaciones se sucedían. Entre tanto alcatraz, también descubrimos diferentes siluetas y formas de volar. Cuatro aves negras con estructura de anátida, volaban rectas con un batir rápido de alas. Al observar bien, las pudimos identificar como negrón común.

Negrón común (Melanitta nigra). Foto: Samuel de la Torre

Sin quitar la vista del mar, el "esferzo" seguía dando sus frutos. Ahora un bando de ostreros volaban paralelos a los cortados rocosos dirección sur.

Foto: Nuria Marugán

Ostrero (Haematopus ostralegus). Foto: Samuel de la Torre

A ras de agua algunas pardelas baleares que batían las alas rápidamente, y más grandes y comunes, las pardelas cenicientas hacían las delicias de todos nosotros con la observación de su ágil e hipnotizante vuelo.

Pardela Cenicienta (Calonectris diomedea). Foto: Fabián Luján

La tarde seguía avanzando, el sol cayendo por el horizonte y entre alcatraces, descubrimos nuestro primer págalo grande.

Págalo grande (Catharacta skua). Foto: Fabián Luján.

El sol y las nubes coloreaban el final de nuestro primer día de vacaciones, dejándonos una buena ristra de observaciones pajareras y una preciosa puesta de sol que quedará grabada en el recuerdo de cada cual.

Cabo Touriñan. Foto: Nuria Marugán


Cabo Touriñan. Foto: Nuria Marugán


Puesta de sol desde Cabo Touriñan. Foto: Ricardo Rodero


viernes, 30 de abril de 2021

Previo del censo de sisón común en Colmenar Viejo.

En la última quincena hemos estado recorriendo algunas zonas de Colmenar, para ir verificando presencia de sisón común (Tetrax tetrax), en la preparación del inminente censo que vamos a realizar. Algunos hemos localizado ya, pero  os iremos informando más adelante de este seguimiento.

Macho de Sisón común (Tetrax tetrax), cada vez menos común. 

En estas andanzas en pastizales y zonas abiertas, hemos podido ver la llegada y el paso migratorio de los preciosos abejarucos.

Abejaruco (Merops apiaster)

Algunos aguiluchos cenizos también se han dejado ver en sus viajes hacia extensas estepas cerealistas más norteñas donde se reproducirán.

Hembra de aguilucho cenizo (Circus pygargus)

Al igual que las collalbas grises, que aunque alguna se queda a criar por aquí, la mayoría de individuos que vemos en estas fechas, continúan viaje hacia el norte.

Collalba gris (Oenanthe oenanthe)

Estas zonas abiertas son también cazadero de ofidios para las especialistas águilas culebreras.

Culebrera europea (Circaetus gallicus)

Culebrera europea (Circaetus gallicus)

En las praderas hemos escuchado las primeras codornices y cuando el pastizal comienza a salpicarse de arbustos, la avifauna también comienza a cambiar paulatinamente. Hemos visto a las también escasas tórtolas comunes en la vegetación de los arroyuelos y algún colorido picogordo alimentándose en el suelo.

Picogordo (Coccothraustes coccothraustes)


Los cantos de aves inundan los campos, y ante el esplendoroso despliegue del ruiseñor común, el discreto trinar del escribano soteño, nos ha llevado a descubrirle en lo alto de un enebro.

Macho de escribano soteño (Emberiza cirlus)

Infinidad de aves pueden ser vistas y escuchadas en la primavera, y ahí se encuentran a la espera de que salgas a buscarlas con respeto y devoción. A disfrutarlas!!!!!


martes, 26 de enero de 2021

Aves y nieve.

La gran nevada que nos trajo Filomena, nos ha acarreado una preocupación evidente, al complicar el acceso a la comida a gran parte de las aves, bien porque los insectos han desaparecido, o bien porque los vegetales y semillas de las que también se alimentan otras aves, también han quedado sepultadas bajo la espesa capa de nieve.
Una vez resuelto, en la medida de nuestras posibilidades, el acceso de comida a algunas aves urbanas, por medio del aporte en comederos, hemos podido disfrutar de muchas aves rodeadas de nieve. Aunque muchas aves lo habrán pasado fatal y desgraciadamente otras habrán fallecido, hemos podido comprobar como los pequeños claros descubiertos en nuestros campos por la presencia de ganado, han conseguido disponer de alimento para gran número de especies que se arremolinaban en estos mínimos e improvisados espacios.
En zonas encharcadas, las agachadizas comunes, eran capaces de sacar de debajo de la tierra innumerables lombrices con sus largos picos adaptados a tal efecto.

Agachadiza común (Gallinago gallinago)

En los diminutos cursos de agua formados por el incipiente deshielo, los patos cuchara filtraban con su desproporcionado pico el agua para obtener pequeños organismos de los que se alimentan.

Cuchara común (Anas clypeata)

Las gallinetas salían de sus charcas a pastar la hierba fresca que empezaba a quedar al descubierto.

Gallineta común (Gallinula chloropus)

Pequeños insectívoros como bisbitas, mosquiteros, petirrojos y zorzales, se movían de aquí para allá, buscando en los pequeños parches de vegetación rodeados de nieve, en busca de bichitos que les sirvieran de sustento en tan complicada situación.

Bisbita alpino (Anthus spinoletta)

Bisbita pratense (Anthus pratensis)

Mosquitero común (Phylloscopus collybita) y bisbita pratense

Petirrojo (Erithacus rubecula)

Zorzal común (Turdus philomelos)

Pardillos, trigueros, cogujadas, totovías y algún escribano soteño, encontraban con dificultad algunas semillas.

Escribano soteño (Emberiza cirlus)

Mientras alguna cigüeña despistada buscaba algún ratoncito, anfibio o algunos escarabajos.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

Observados desde una roca, con su críptico plumaje, por uno de nuestros mochuelos residentes.

Mochuelo europeo (Athene noctua)

Mientras en lo alto de una loma, un grupo de perdices continuaban camino, en busca de lugares más propicios para encontrar esa comida diaria.

Perdiz roja (Alectoris rufa)

Afortunadamente hemos podido comprobar como con gran esfuerzo un buen número de aves han conseguido salir adelante en esta nevada tan desproporcionada. Esperemos que siga nevando, cuando corresponda, pero de manera más suave, cosa que desgraciadamente no será posible si no se hace un gran esfuerzo en frenar el cambio climático.

jueves, 2 de abril de 2020

Embalse de Santillana.

Unos días antes de que se decretara el estado de alarma, a principios de marzo, realizamos la que ha sido nuestra última salida al campito. Concrétamente nos acercamos al embalse de Santillana. Son buenas fechas para encontrarse aves en migración. Todavía quedan miles de gaviotas, pero ya se ven grupos numerosos emprendiendo vuelo en formación hacia el norte. Garzas reales, somormujos, ánades reales y frisos, son las primeras aves con las que nos encontramos. En vuelo pasan algunas grajillas y se ve la silueta de los primeros milanos reales, incluidos algunos recién llegados milanos negros. Pero la primera sorpresa fue descubrir 3 alcaravanes que levantaban vuelo para posarse unos centenares de metros más adelante. Aunque no es la primera vez que los vemos por aquí, si que han pasado unos cuantos años desde la última vez.

Alcaraván (Burhinus oedicnemus)

El sonoro reclamo de unos tarros canelos, nos hace descubrirlos sin dificultad alimentándose de hierba en las verdes praderas.

Tarro canelo (Tadorna ferruginea)

Un poco alejado, pero muchas veces asociado a sus "primos", observamos a un Ganso del Nilo. Ambas especies habituales en el embalse y mucho más comunes en otoño-invierno.

Ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca)

Hay alguna garceta común y conseguimos ver el elegante vuelo de su réplica en mayor tamaño, un individuo de garceta grande que nos vuela hacia el este. Después la vemos con el tele posada en la orilla pescando.

Garceta grande (Ardea alba)

Por las orillas no faltan los andarríos chico y grande, y ya se ven los primeros chorlitejos chico.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

Descubrimos interesantes anátidas. Un macho de cerceta carretona, 2 parejas de ánade rabudo y 1 pareja de Tarro blanco, se mezclan con los más comunes cucharas, frisos y algunas cercetas comunes.
Empiezan a escasear las bisbitas comunes, y sorprendemos a su pariente bisbita alpino que se deja ver en el embalse en menores números.

Bisbita alpino (Anthus spinoletta)

Se escuchan los cantos de carbonero común, herrerillo común, pinzón vulgar y agateador, y en lo alto de un fresno, atraídos por su reclamo, vemos a un escribano soteño.

Escribano soteño (Emberiza cirlus)

Terminando nuestro recorrido, vemos 3 ánsares comunes "pastando" en la orilla. La mayoría de sus congéneres, habrán viajado hacia el norte de Europa en el pasado mes de febrero.

Ánsar común (Anser anser)


Para terminar, descubrimos el cadáver de una alondra común, invernante habitual en la zona en pequeños grupos.

Alondra común (Alauda arvensis)