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martes, 11 de julio de 2023

Revisión de cajas nido y anillamiento en la Suerte Ampanera.

En mayo, aprovechamos para revisar las cajas nido para aves insectívoras, que tenemos en la finca de producción ecológica, la Suerte Ampanera.
La jornada tenía un interés especial para l@s más pequeños, que se ofrecieron a ayudar en todo lo que estuviera a su alcance, en este caso, transportando la escalera para revisar las cajas.

 

Una vez llegados a nuestro destino, y con l@s niñ@s convenientemente sentad@s, comenzamos con la explicación de qué es lo que íbamos a hacer.


Con la plena atención de tod@s l@s asistentes, explicamos en qué consiste y cual es el objetivo del anillamiento científico.





La mayoría de nuestras cajas para insectívoros, están ocupadas por el herrerillo común (Cyanistes caeruleus).


L@s más peques no quitaban ojo de todo el proceso del anillamiento.





Después de anillados, los devolvimos a las cajas, con la esperanza de que tengan una feliz vida, y nos reporten algunos datos sobre su longevidad, su fidelidad a la zona de cría, o sus movimientos dispersivos.


Para terminar la jornada, tuvimos una bonita sorpresa. En una de las cajas nido para autillo, que normalmente ocupaban los estorninos, este año, por primera vez en la finca, han criado 6 pollos, una pareja de trepador azul. Esta especie reduce con barro el agujero de entrada a las cajas, para adaptarlas al tamaño que ellos estiman más apropiado.



lunes, 13 de julio de 2020

Resultados de ocupación de cajas nido en la Suerte Ampanera 2020.

Desde el año 2012 tenemos colocadas cajas nido en la finca de producción ecológica "La Suerte Ampanera", en Colmenar Viejo (Madrid). El objetivo principal era crear las condiciones necesarias para que criaran varias especies de aves. Al ser un encinar joven, no existían huecos naturales para que varias especies de aves trogloditas puedieran criar. A lo largo de los años, hemos ido colocando cajas adaptadas a cada especie, cosa que se logra con la dimensión de la caja nido y con el diámetro de entrada adecuado. Con esta acción conseguimos aumentar la biodiversidad de la finca y, con un mayor número de cajas preparadas para aves insectívoras, conseguimos un control biológico de posibles plagas de insectos, manteniendo el arbolado saneado.

Caja nido para agateador.

Actualmente la finca cuenta con 81 cajas nido, 2 para cárabo, 4 para lechuza, 4 integradas en majanos de piedra para mochuelo/abubilla, 11 medianas para autillo/abubilla/estornino y 60 pequeñas.
Las grandes, de momento no han tenido éxito, igual que las de mochuelo y lechuza, que han sido colocadas este año, si bien, en las de lechuza hay confianza de que sean ocupadas en años posteriores después del hacking de este año. Las medianas, de momento solo las ocupan estorninos, más oportunistas y numerosos que las otras dos especies objetivo.

Pollo emplumado de Herrerillo común

En las pequeñas, hace algún año, decidimos reducir el diámetro de entrada en la mayoría, para favorecer la ocupación de insectívoros puros como herrerillos. De no haber reducido las entradas, la mayoría estarían ocupadas por gorriones, más fuertes y generalistas en su alimentación, lo que reducía las posibilidades de conseguir un mayor control de gusanos y orugas que pueden atacar a los árboles. El daño colateral es que impedimos también la reproducción de carboneros comunes. Aún así hay 10 cajas con abertura apropiada para estas especies, de las que 5 han sido ocupadas por gorriones comunes y 2 por carboneros.
En total, de las 60 cajas pequeñas, 41 han sido ocupadas, lo que supone el 68,3%. Ha habido una caja ocupada por agateador, 2 por herrerillo capuchino, y 31 por herrerillo común.

Caja nido pequeña con diámetro de entrada adaptado a Herrerillo.

De las 31 cajas ocupadas por herrerillo común han tenido éxito reproductor 24 cajas, lo que supone el 77,4% y han volado un total de 172 polluelos, con una media de 7,17 pollos por nido. En 7 cajas, equivalente al 22,6%, se ha malogrado la reproducción. Se han encontrado puestas sin eclosionar y pollos muertos en el nido. Aunque la causa de estos fracasos es difícil de precisar, la presencia habitual en la finca de depredadores como gineta y gavilán, pueden estar detrás de ello.
Tras un gran esfuerzo y empeño, en pleno estado de alarma, conseguimos los permisos necesarios para que no se perdiera un año en la toma de datos continuados que llevábamos realizando durante 8 años seguidos. Desgraciadamente, para cumplir estríctamente con las normas de seguridad, no nos han podido acompañar en estas jornadas los socios de ANAPRI.

domingo, 7 de julio de 2019

Anillamiento cajas nido en La Suerte Ampanera.

En los inicios de nuestra relación con la finca La Suerte Ampanera, allá por el año 2012, una de nuestras primeras acciones fue colocar cajas nido para especies trogloditas (aves que crían en huecos de árboles o muros) que aceptarían muy bien, al ser una finca con encinar joven y por tanto, ausencia de estos huecos. Los objetivos principales eran: que fueran ocupadas por aves insectívoras que mantendrían a raya las posibles plagas de bichos e insectos, aumentar el número de estas aves, aumentar la biodiversidad de la finca, y contar con unos recursos de estudio y educación ambiental.

Caja nido mediana para autillo o abubilla, ocupada por estornino negro.

Con las cajas nido como recurso de estudio y con la herramienta del anillamiento científico de aves, llevamos desde entonces revisando las cajas, tomando notas de especies que las ocupan , tamaños de puesta y datos de todo tipo relacionados con la reproducción, además de anillar a los pollos y de vez en cuando, algún adulto que logramos capturar.
El anillamiento científico consiste básicamente en individualizar a los pajarillos mediante una anilla colocada en su tarso, con un número único a modo de DNI. Estos datos están centralizados en una oficina de anillamiento y cualquier persona que remita por recaptura del individuo, el número de esa anilla a la oficina, contribuye a crear un historial de ese ave que nos dará para analizar datos como longevidad, ruta migratoria, fidelidad a la zona de cría, etc.

Anillamiento científico de pollito de herrerillo común.

Recién terminada la campaña 2019 de anillamiento, estos han sido los resultados:

190 anillamientos distribuidos por especies de la siguiente manera:

Estornino negro (Sturnus unicolor). 37 pollos.
Carbonero común (Parus major). 11 (3 adultos y 8 pollos)
Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus) 5 pollos.
Agateador común (Certhia brachydactyla) 4 pollos.

Herrerillo común (Cyanistes caeruleus). 4 adultos y 129 pollos.

Pollo de herrerillo común.
La especie más abundante es el herrerillo común, que ocupa un buen número de cajas nido distribuidas por la finca.

Pollos a punto de volar de estornino negro.

En las cajas de tamaño mediano preparadas para que fueran ocupadas por abubillas o autillos, de momento solo las ocupan los "tordos", estorninos negros, especie muy oportunista y prolífica, que suele realizar 2 puestas cada año.

Pollito de herrerillo capuchino
Mucho menos común, el herrerillo capuchino presenta una fenología reproductiva más adelantada que el resto de especies, criando cada año 2-3 parejas en nuestras cajas.

Adulto de herrerillo común
Como curiosidad, entre los adultos capturados este año, todos herrerillos comunes, 6 de ellos eran pollos nacidos y anillados el año pasado en nuestras cajas nido como pollitos,  lo que nos hace ver, que las aves de esta especie nacidas en la finca tienen gran fidelidad al territorio para volver a criar cuando alcanzan la madurez sexual.
Además 3 de esos 6 individuos eran hermanos.
Otra de las capturas de este año, correspondía con una hembra que ya capturamos el año pasado criando en una caja nido, y que tiene una edad de 3 años. La esperanza de vida de estos pajaritos no suele ir mucho más allá de los 5 años, aunque precisamente por datos propios de nuestros anillamientos en la finca, controlamos a un herrerillo con 7 años y que seguía vivo.

domingo, 28 de mayo de 2017

Revisión de cajas nido en la Suerte Ampanera.

El pasado domingo 22 de mayo realizamos una jornada de educación ambiental con revisión de las cajas nido de la Suerte Ampanera. Llevamos un control de las cajas nido, tomamos datos de las especies que las ocupan, fechas y tamaños de puesta, además de anillar a pollitos y adultos.

Caja con nido de Herrerillo común. Foto Eduardo Ramírez.

Al tratarse de una finca de producción ecológica de quesos y productos lácteos de cabra, y al ser un encinar joven con pocos huecos donde poder criar las aves insectívoras, el colocar cajas nido, hace que las acepten y utilicen en gran número.
Nuestros principales ocupantes son los herrerillos comunes. La mayoría de las cajas que teníamos para carbonero común, las hemos tenido que adaptar, reduciendo el orificio de entrada ya que entraban en competencia con los gorriones comunes, que al ser más fuertes, se estaban quedando con todas las cajas. Al contrario que en las grandes ciudades, en la finca abundan y nuestro objetivo principal es que haya aves insectívoras, para mantener el encinar en un equilibrio óptimo evitando posibles plagas.
El anillamiento científico consiste en poner una anillita de aluminio con un código alfanumérico único, a modo de DNI.
Entre los datos que se pueden obtener podemos nombrar el de un herrerillo que anillamos como pollito en 2015, que en 2016 sacó 10 pollitos adelante y que en este 2017 está sacando 11 pollitos.

Anillamiento de pollo de herrerillo común Foto de Eduardo Ramírez.
Tenemos cajas de diferentes tamaños para diferentes especies. Las medianas que pusimos con la ilusión de que las ocuparan los autillos o alguna abubilla, están ocupadas al completo por estorninos negros. En algunas cajas ya están volando los pollos y en otras ya hay segundas puestas.

Pollo de estornino negro asomando la cabeza. Foto de Eduardo Ramírez.
En nuestro recorrido revisando cajas, nos encontramos con esta culebra atrapada en la alambrera. Creemos que es una joven culebra bastarda (Malpolon monspessulanus). Era una culebra de un poco más de un metro. Al acercarnos comprobamos que estaba viva, así que procedimos a la operación rescate.

Culebra bastarda atrapada en alambrada. Foto Eduardo Ramírez.
En un principio intentamos sacarla tirando hacia atrás. La bicha soltaba buenos bufidos intimidadores, sin saber, que lo que pretendíamos era ayudarla. Estaba tan justa que al tirar, las escamas se levantaban e inmpedía que pudiera salir en esa dirección, así que recurrimos a romper un poco la alambrera con unos alicates y la culebra huyó sin aparentes lesiones y con el susto de haber tenido unos humanos tan cerca.
Para Rafa, propietario de la finca, las culebras son un bien preciado, ya que se acercan a las construcciones y acaban con un montón de ratones.

Culebra bastarda atrapada en alambrada. Foto Eduardo Ramírez.
Continuamos y pudimos anillar también a un adulto de herrerillo capuchino. Al manipularle para determinar la edad, descubrimos con sorpresa, que tenía la mayoría de las plumas primarias de un ala, partidas por la mitad. A saber que habrá vivido el pajarillo para hacerse eso.

Anillamiento de Herrerillo capuchino. Foto Eduardo Ramírez.
Pasaban las diez de la mañana y era momento de ir regresando para recibir a los niños y socios que iban a disfrutar de esta jornada de revisión de cajas nido y anillamiento científico.