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jueves, 24 de septiembre de 2020

Viaje al estrecho de Gibraltar 3

Nuestro tercer día lo comenzamos en la playa de los Lances, en una zona habilitada con observatorio de aves en la desembocadura del río de la Jara. En el trayecto desde el aparcamiento, observamos pajarillos como buitrón, tarabillas y algunos grupos familiares de jilgueros, adultos cebando a juveniles.

Playa de los Lances. Foto: Fabián Luján.

En el mar se dejaban ver algunas pardelas cenicientas y alcatraces, y en la playa descansaba un grupito de gaviotas de Audouin y no faltaban algunas garcetas comunes.

Garceta común (Egretta garcetta). Foto: Fabián Luján.

Grupitos de lavanderas blancas y boyeras correteaban por la arena de las dunas, y en las orillas del encharcamiento, se alimentaban numerosas limícolas. Correlimos menudo, correlimos común, correlimos zarapitín, andarríos chico, chorlitejo patinegro y chorlitejo grande, se mezclaban en sus idas y venidas perforando cada centímetro de suelo buscando comida.


Playa de los Lances. Foto: Ana García.

Entre las limícolas más grandes, tres ostreros daban colorido a la desembocadura, además de observar un zarapito real y varios zarapitos trinadores.


Zarapito trinador (Numenius phaeopus). Foto: Pedro Juán Sanz.

A pesar de estar convenientemente acotada la zona, pudimos observar las molestias provocadas por paseantes, a los que pareció importarles bien poco nuestras advertencias de que estaban en un lugar protegido. En fin...
Después del disfrute de primera hora nos fuimos a desayunar a Tarifa. Molletes, zumitos y cafelitos, nos dieron energía para continuar el día.
No podíamos dejar pasar la oportunidad de acercarnos a la isla de Tarifa, punto más meridional de la Península ibérica y donde confluyen Mar Mediterráneo y Océano Atlántico. Mirando al cielo, no dejaban de pasar culebreras y milanos negros.

Foto: Fabián Luján.


Después del paseito, nos acercamos al observatorio de Cazalla. La cosa estaba entretenida. Milanos negros, culebreras, abejeros, alguna cigüeña negra solitaria, y el descubrimiento de un gran grupo de cigüeñas blancas.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Foto: Fabián Luján.

Cicleando pegadas a la costa, el viento de levante las hacía dudar. Se internaban un poco sobre el mar, pero enseguida retrocedían. Tras varios intentos, volaron tierra adentro.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Foto: Fabián Luján.

La hora de comer se acercaba, y en nuestra programación, teníamos previsto ir a comer a la Barca de Vejer, con la ilusión de poder observar al Ibis Eremita, que tiene en esa localidad una de las colonias de cría. Aunque lo avanzado del verano, hacía difícil la misión, ya que los pollos del año volaron hace semanas, nos aventuramos. 
De camino, por el rabillo del ojo, observé en una parcela pegada a la carretera, unos manchurrones negros en un campo labrado. Con alguna duda, pero con la ilusión de que fueran ibis, dimos la vuelta en el primer lugar que pudimos.

Ibis eremita (Geronticus eremita). Foto: Fabián Luján.

Al llegar, efectivamente comprobamos que se trataba de un grupo numeroso de Ibis eremita. En total, 23 individuos se repartían por toda la parcela. Unos alimentándose por el suelo y otros en posaderos elevados.

Ibis eremita (Geronticus eremita). Foto: Pedro Juán Sanz.

El Ibis Eremita es una especie que estaba catalogada En Peligro Crítico. En 1998 solo quedaban 59 parejas en su último refugio en Marruecos. En 2002, se descubrió una exigua presencia de 7 individuos en Siria, hoy desaparecidos. El apoyo de Birdlife, ha hecho que la población reproductora ronde a día de hoy las 200 parejas en Marruecos. Actualmente existen varios proyectos de reintroducción en Túnez, Austria y España. Todas estas acciones, han hecho que la especie baje un escalón y se sitúe actualmente como "En Peligro"

Ibis eremita (Geronticus eremita). Foto: Fabián Luján.

Se desconoce cuando se extinguió el Ibis Eremita en España. El último registro documentado en los manuscritos de cetrería, datan de 1616, donde era nombrado como el "cuervo calvo". 
Desde 2004 se pone en marcha en España el Proyecto Eremita. desarrollado por el zoobotánico de Jerez y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y con el asesoramiento científico de la Estación Biológica de Doñana. A día de hoy, gracias a este proyecto, se contabilizan en libertad más de 100 individuos en la zona de Chiclana-Vejer.
Después de comer, nos acercamos al acantilado donde crían y efectivamente no había ningún individuo. Justo enfrente, un observatorio cuenta con algún panel, donde se informa del proyecto.

Foto: Eduardo Ramírez.

A la vuelta, decidimos tomar un café en la playa de Bolonia. La masificación hizo que desistiéramos y huyéramos, parando en el Mirador del estrecho. Después de unos minutos de relax, con unas excepcionales vistas, nos dirigimos al observatorio del Algarrobo. 

Cernícalo. Foto: Fabián Luján

Los más comunes por aquí seguían siendo las aguilillas calzadas y los cernícalos primillas. Un cuervo con un trozo de pan en el pico, nos sirvió como excusa para retirarnos a cenar y descansar, dando por terminado otro intenso día de disfrute pajaril.


Cuervo (Corvus corax). Foto: Fabián Luján.

 

jueves, 25 de enero de 2018

Buscando búhos

Aprovechando las noches templadas y nada invernales que hemos tenido la mayoría del mes de enero, hemos salido a intentar escuchar al búho real.
Aunque la primavera queda lejana, los aláudidos como la totovía parecen estar siempre contentas y nos regalan sus alegres trinos.

Totovía (Lullula arborea)
Los buitres leonados se dirigen raudos a sus dormideros invernales, que por estas zonas son las copas de las encinas.

Buitre leonado (Gyps fulvus)
Un par de cuervos se retiran también a dormir emitiendo sus ásperos reclamos.

Cuervos (Corvus corax)
El sol se esconde sobre el horizonte, mientras nosotros nos dirigimos a la zona de escucha.
Los reclamos nerviosos de mirlos y petirrojos nos anuncian que la noche está a punto de caer.

Atardecer. Foto: Juan Pablo de la Fuente.
Un mochuelo agitado emite su señal de alarma, mientras, el sonido de coches y aviones no nos impide escuchar el reclamo del majestuoso búho real.

Espera. Foto: Juan Pablo de la Fuente.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Dehesa de Navalvillar.

La semana pasada realizamos otro de nuestros recorridos con el fin de seguir recopilando datos sobre fauna de la dehesa de Navalvillar. Una de las primeras mañanas otoñales en las que el frío mañanero empieza a ser acusado. Comenzamos el recorrido viendo un grupito de trigueros y escuchando cetia ruiseñor y curruca cabecinegra cerca del caudaloso arroyo Tejada. Como tantas otras mañanas otoñales, observamos el paso continuo de gaviotas y milanos reales hacia el cercano vertedero. En lo alto de un enebro, una solitaria corneja emite su reclamo, mientras entre la vegetación arbustiva de la orilla del arroyo, se dejan ver levemente, un reyezuelo listado y un chochín. En lo alto de las ramas desnudas de un fresno se mueve un carbonero común, uno de los páridos habituales de la dehesa colmenareña.

Carbonero común (Parus Major)

No faltan sus parientes los herrerillos comunes y los agateadores, que nos tienen entretenidos un buen rato viendo sus acrobacias y el continuo registro de cualquier grieta de la corteza de los árboles que hacen estos últimos.
Con el continuo reclamo de los petirrojos, seguimos nuestra ruta hacia el norte de la dehesa. Un zorro huye a la carrera, mientras zorzales comunes y mirlos se esconden rápidamente entre la vegetación. Un andarríos grande delata su presencia con su señal de alarma y vuela para alejarse de nuestra presencia. Lo mismo hace una Chocha perdiz. En este caso, una observación muy interesante, ya que en la dehesa es muy muy rara de ver. De hecho en todos los años que llevamos recorriéndola, es la segunda vez que la vemos. Eso sí, fugazmente, sin poderla disfrutar en exceso.
Un par de cuervos vuelan y se posan en las ramas de un roble y poco después despegan de un fresno un par de milanos reales.

Cuervos (Corvus corax)

Esto sólo puede significar una cosa: tiene que haber una carroña cerca. Efectivamente al continuar descubrimos el cadáver de una vaca. Ya había tenido la visita de los buitres. Aún así, todavía quedaba carne, que al alejarnos, aprovecharon las urracas.

Urracas (Pica pica)

Ascendemos al Cancho el Escorial y nos sentamos para observar desde un punto privilegiado la grandeza de nuestra dehesa. Descubrimos un ratonero en lo alto de una encina y un gavilán asciende en vuelo bajo para posarse en un árbol y seguir su camino rápidamente. En el camino de vuelta se dejan ver los primeros buitres leonados y algún buitre negro.

Buitre negro (Aegypius monachus)

Descubrimos también totovías y cogujadas, además de bisbitas comunes y escuchamos los reclamos agudos de varios acentores comunes. Nada que ver con los sonoros graznidos de las chovas piquirrojas que se mueven por el suelo junto al ganado.

Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)

Para terminar, estas mismas chovas piquirrojas nos dejaron una curiosa estampa, volando en el mismo plano con las torres de Madrid que emergían por encima de las nubes.


domingo, 9 de octubre de 2016

Día mundial de las aves 2016

El pasado fin de semana, concretamente el día 2 de octubre, nos unimos a la celebración del Día Mundial de las aves, realizando una excursión con varios de nuestros socios, al cerro Marmota y a un tramo del río Manzanares en la entrada al Monte del Pardo.
Desde el privilegiado punto de observación del cerro, prospectamos las aguas del embalse, descubriendo gran parte de su fauna alada.
En estas fechas, todavía podemos disfrutar de la presencia de cigüeñas negras, que quedan sedimentadas en este paraje tan apropiado, en sus migraciones postnupciales hacia sus cuarteles de invernada africanos. Contabilizamos cuatro individuos, que pudimos observar pescando en el cauce del río. Mucho cormorán grande y garza real, además de garceta común y un par de garceta grande. Todavía descubrimos un par de espátulas, que en este periodo migratorio, han utilizado el embalse como lugar de alimentación y reposición de energía para continuar con sus kilométricos viajes.
En el cielo y con los primeros calores mañianeros, los buitres leonados comienzan a coger las corrientes térmicas para planear, sin esfuerzo, y poder descubrir alguna carroña que le sirva de alimento.

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Aunque es el día de las aves, no podemos ignorar a los demás animales de este enclave natural. Los ciervos se encuentran en plena berrea y descubrimos algunos más o menos cerca, como este macho en persecución de esta hembra cruzando el río.

Ciervo (Cervus elaphus)
Mucho avión común, algún avión roquero, golondrina dáurica, y un tardío vencejo. No pudimos precisar si se trataba de un vencejo pálido, con fenología migratoria más tardía que el vencejo común. De cualquier manera, una alegría verle pasar con su veloz vuelo.
Entre todos ellos, el majestuoso planear de un buitre negro nos regala un bonito momento de observación.

Buitre negro (Aegypius monachus)

El reclamo de los petirrojos se hace patente y en los enebros, los primeros reclamos de reyezuelos listados nos anuncian que el otoño ya está con nosotros.
La ronca del gamo hace lo propio. En el encinar se empieza a escuchar, y cerca del río, descubrimos a varios machos juntando su harén para dejar su linea genética y perpetuar la especie.

Gamo (Dama dama)

Desde el puente de Marmota, sobre el río Manzanares, vemos varias currucas capirotadas. Un par de lavanderas cascadeñas descansan en las ramas secas en el centro del río. De pronto un par de martines pescadores pasan con su vuelo rasante y fugaz, cruzando bajo el puente y siguiendo río arriba. Volvemos a mirar a las lavanderas y su despegue precipitado con señales de alarma, nos alerta de la presencia de algún depredador. Rápidamente observamos a un gavilán que aparece entre los juncos y las persigue sin éxito cruzando también por debajo del puente. Observación fugaz pero siempre emocionante.

Cuervo (Corvus corax)

Ya de regreso hacia nuestro punto de partida, un par de cuervos salen de unas encinas luciéndose con su vuelo y reclamando delante de nosotros.
Desde la furgo y en el camino de vuelta, un milano real, tarabilla común, tarabilla norteña y collalba gris, engrosan la lista de especies observadas en este día tan señalado.

domingo, 18 de octubre de 2015

El zorro.


El zorro es uno de nuestros carnívoros terrestres más comunes y que se pueden ver con facilidad en nuestras salidas camperas. El otro día nos entretuvimos con un individuo que andaba, a plena luz del día, a la caza de algún insecto o ratoncillo para alimentarse. Le hicimos estos tres breves videos.


Hoy mismo, como animal oportunista que es, lo hemos podido ver en el vertedero en busca de algo que cazar o carroñear, bien vigilado y custodiado por un grupete de cuervos.

Zorro y cuervos.
Zorro y cuervos.

viernes, 1 de mayo de 2015

Seguimiento de fauna en la dehesa de Navalvillar.

Hoy, día del trabajador, hemos realizado una nueva jornada de seguimiento de fauna en la dehesa de Navalvillar de Colmenar Viejo (Madrid).
Comenzamos tempranito con día encapotado. Nos reciben los cantos de los ruiseñores comunes, las abubillas, las primeras urracas, algún ruiseñor bastardo y en el arroyo Tejada una gallineta se esconde entre las zarzas mientras escucho y logro ver un pájaro moscón, especie muy poco común en este paraje.
Algunos conejos se meten en sus madrigueras, palomas torcaces llaman nuestra atención con el batir de sus alas y nos sobrevuelan los primeros milanos reales y negros. En el camino encontramos el cadáver de un joven gazapito y un poco más adelante observamos el aterrizaje, en una roca, de una pareja de buitres negros. No fueron los últimos que vimos en la jornada. Al menos 5 cicleaban más tarde con una veintena de buitres leonados.

Buitres negros (Aegypius monachus)

Cigüeñas blancas, algunos ánades reales y el elegante vuelo de un par de calzadas, una de fase oscura, nos siguen deleitando.
Con el canto de la perdiz de fondo, vemos a un ratonero con su "maullar" lastimero y observamos varios verdecillos y algunos trigueros.
Algún gorrión moruno construyendo nido en los fresnos y gorriones comunes y chillones en el tenado de refugio para el ganado.

Triguero (Miliaria calandra)

Varios abejarucos pasan en migración norte. Ni rastro de petirrojos, zorzales y mosquiteros y presencia de los primeros alcaudones comunes. También currucas carrasqueñas y cabecinegras. Y algunos machos de tarabilla común y algún alcaudón real perchados en las ramitas altas de rosales silvestres y chaparros.
Después de localizar una pareja de críalos, intentamos ver a un cuco que nos atrae con su monótono y singular canto. Tras localizarle en vuelo perseguido por una urraca, lo relocalizamos primero en un fresno, luego en una roca y finalmente, más al descubierto, en otro fresno, donde disfrutamos de sus cantos y de las maniobras de limpieza de su plumaje.

Cuco (Cuculus canorus)

Localizamos un grupo de 15 cuervos en vuelo hacia el vertedero, varias grajillas, una chova piquirroja y en lo alto de una encinita, un cuervo nos obsequia con un perfil en el que se aprecia la robusted y "peligrosidad" de su potente pico.

Cuervo (Corvus corax)

Al menos una oropéndola se deja oir, mientras al refugio de la vegetación y al acecho descubrimos varias currucas mosquiteras y mirlonas en paso. Todo ello acompañado del bonito e insistente canto de la totovía.

Totovía (Lullula arborea)

Dos picogordos en vuelo y las primeras y escasas tórtolas comunes, en alarmante declive, masacradas y desgraciadamente, todavía incluidas en el catálogo de aves cinegéticas nos alegran con su presencia.  Entre la densa vegetación, el chirriante canto, de los recién llegados zarceros comunes, nos acompañan y en el cielo, centenares de vencejos dan buena cuenta del ingente número de insectos que ya abundan.

Zarcero común (Hippolais polyglotta)

Conejos, liebres y un corzo entre los mamíferos y alguna charca repleta de renacuajos de sapo corredor engrosan la lista de animales vistos.
Y como final, el canto de una codorniz nos alegra, ya que cada día, al igual que la tórtola común, es más escasa por la fuerte presión cinegética.

viernes, 2 de mayo de 2014

Nueva jornada de seguimiento de fauna en la dehesa de Navalvillar.

Comenzabamos temprano la jornada con el fin de evitar el calor que se preveía a partir del mediodía. Como siempre, los cantos de los trigueros fueron los primeros que nos recibieron, acompañados de los del ruiseñor bastardo y del numerosísimo ruiseñor común. Urracas, palomas torcaces y mirlos no se hicieron esperar.
Las parejas de abejarucos ya comienzan a asentarse en sus territorios. Los disfrutamos cazando y alguna que otra vez posaron para nosotros en algunas ramas.

Abejaruco (Merops apiaster)

Otras de las aves que compiten en belleza con los abejarucos, son las abubillas. También las pudimos observar en sus vuelos y con sus peculiares cantos marcando sus territorios.

Abubilla (Upupa epops)

Conejos, alguna tarabilla común, pinzones y ya se nota la llegada de zarcero común.
Además, hoy hemos tenido la suerte de observar en dos ocasiones a una hembra de corzo.

Corzo (Capreolus capreolus)

Había mucho trasiego de cigüeñas entre sus nidos y el vertedero y buen número de milanos negros y algún real cicleando. Con el calor se unieron los buitres leonados y negros.
Algún alcaudón real y comienzan a verse los primeros alcaudones comunes.

Alcaudón común (Lanius senator)

Han llegado también las primeras tórtolas europeas, en claro declive en los últimos años.

Tórtola europea (Streptopelia turtur)

Curruca capirotada, curruca cabecinegra, curruca carrasqueña, mosquitero papialbo y un papamoscas gris nos deleitaron con sus cantos y sus vuelos de exhibición y caza.
Un año más, una pareja de cuervos han decidido criar en la dehesa. Desde una roca cercana, hacía guardia un miembro de la pareja.

Cuervo (Corvus corax)

Por último un águila culebrera campeaba por la zona, una pareja de aguilillas calzadas (una de morfo oscuro) hacían lo propio y el canto aflautado proveniente de un rosal silvestre, nos descubrió a una curruca mirlona.
Una vez más despedimos muy contentos la jornada, aunque ya el calor comienza a ser implacable.