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sábado, 12 de abril de 2025

En busca de anfibios

Anoche, un grupito de compañer@s de Anapri, nos reunimos para dar una vuelta en busca de anfibios por nuestras tierras colmenareñas.
 
Foto: Isabel Alfaro.

Los anfibios son animales aún muy desconocidos cuya supervivencia se ve amenazada por múltiples causas. Darlos a conocer con este tipo de actividades educativas, creemos que es muy importante para amarlos, respetarlos y ayudar a su conservación.
Bien organizados por nuestro compañero Christian, y con la ayuda inestimable de Emilio, comenzamos la búsqueda de estos increíbles animales, con unas pautas claras para interferir lo menos posible en sus vidas, y siempre mirando muy atentos al suelo, para evitar cualquier percance, hacia los anfibios y hacia nosotros.
La noche no podía empezar mejor. En la primera zona encharcada, descubrimos un par de Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi), sapo endémico de la Península Ibérica, con apariencia de rana, y poco común en nuestro término municipal.

Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi). Foto: Christian Serrano

Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi). Foto: Christian Serrano

Con sumo cuidado, continuamos buscando por los bordes de las charcas, encontrando algún individuo de sapo corredor (Epidalea calamita). Este sapo es de los más comunes y fáciles de observar. Uno de ellos estaba refugiado en la orilla, intentando pasar inadvertido, pero lo descubrimos. Después vimos alguno más en el borde del camino.

Sapo corredor (Epidalea calamita). Foto: Christian Serrano

Aunque la salida iba más encaminada a descubrir anuros (anfibios sin cola), nos topamos con un tritón pigmeo (Triturus pigmaeus), perteneciente al grupo de los urodelos (anfibios con cola), aunque en la fotografía no se aprecie muy bien.

Tritón pigmeo (Triturus pigmaeus). Foto: Christian Serrano

Siempre con mucho cuidado, continuábamos buscando más especies, con el cantar intermitente de alguna rana verde común (Pelophylax perezi) y ranita de San Antonio (Hyla molleri).

Foto: Isabel Alfaro

Buscando y buscando, con mucha paciencia, pudimos localizar a una ranita de San Antonio entre la vegetación. Estaba alejada, pero para que podamos disfrutar de la belleza de esta maravilla, ponemos por aquí un par de fotitos de archivo, de la especie en ese mismo lugar.

Ranita de San Antonio (Hyla molleri). Foto: Christian Serrano

Ranita de San Antonio (Hyla molleri). Foto: Christian Serrano

Más que satisfech@s emprendíamos la vuelta hacia los coches. Por el camino, un diminuto sapillo pintojo cruza el camino a saltos, y poco después, en el borde, descubrimos a un precioso sapo de espuelas (Pelobates cultripes), con su típica pose altanera, sacando pecho.

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes). Foto: Christian Serrano


Sapo de espuelas (Pelobates cultripes). Foto: Christian Serrano


Poco antes de terminar, el remate final lo puso un bonito individuo de sapo común (Bufo spinosus), que pudimos descubrir también al borde del camino. Precisamente, uno de los mayores peligros para la conservación de los anfibios, es el atropello, por lo que desde aquí, animamos a, en caso de ser necesario circular por caminos, circular despacio y con mucha precaución para evitar la muerte de estos simpáticos y útiles animales.

Sapo común (Bufo spinosus). Foto: Christian Serrano


domingo, 3 de abril de 2016

Anfibios.

Como contamos en la entrada anterior, la salida para ver anfibios se nos dió muy bien. Después de disfrutar de la ranita de San Antonio, a la que volvíamos por el camino, húmedo y con agua rezumando desde la charca, nos fuimos encontrando otras especies. Lo primero que vimos fué un gallipato (Pleurodeles waltl).

Gallipato (Pleurodeles waltl)

Lo que de primeras fué una gran sorpresa, luego pasó a ser algo habitual, ya que llegamos a ver hasta nueve individuos diferentes, todos ellos de un tamaño pequeño-mediano.

Gallipato (Pleurodeles waltl)

Sin dejar de iluminar con las linternas al camino, para evitar posibles accidentes y pisar a algún individuo, llegó la siguiente grata sorpresa. En la hierba que quedaba entre las rodadas de los coches del camino, descubrimos un tritón. Después de buscar en bibliografía y pedir opinión a algunas personas algo más entendidas que nosotros, llegamos a la conclusión, de que se trata de un tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Es la primera vez que tenemos la oportunidad de observarlo, por lo que la alegría que nos produjo fue bastante grande.

Tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Para rematar la jornada, también en el camino, nos encontramos un individuo de sapo de espuelas (Pelobates cultripes). Aunque la distribución de este sapo abarca gran parte de la península, por Colmenar, es mucho más dificil de localizar que el sapo corredor, por lo que de nuevo, el avistamiento, nos produjo otra alegría importante.

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)

Con un total de 6 especies de anfibios diferentes, finalizamos una grandísima jornada de observación de este grupo peculiar de habitantes de nuestras charcas.